Análisis coste-beneficio ampliado del uso múltiple de una tierra como encinar adehesado y cultivo de cereal al tercio

Resumen

La formación histórica del encinar adehesado ha conducido bruscamente –mediante la repentina tala de la encina– o lentamente –por su muerte natural y ausencia de regeneración– a la disminución continuada de la población de encinas en favor del cultivo agrícola, el pastizal y el matorral. Mientras esta tendencia de desaparición de las encinas no era cuestionada socialmente, la defensa de la encina con argumentos económicos y ambientales de largo plazo por parte de algunos científicos y conservacionistas era vista por la corriente mayoritaria de los técnicos de la agronomía como una posición impregnada de romanticismo que ignoraba la necesidad del progreso social. Hoy los románticos del encinar de ayer son percibidos como pioneros de la conservación de la naturaleza, y muchos de sus argumentos y conceptos han sido incorporados a los programas docentes y políticos. En este artículo se desarrolla la tesis de que en Extremadura el uso de una tierra agrícola marginal como cultivo al tercio o pastizal permanente le es más rentable al propietario que las opciones de plantar encinas y regenerar el encinar envejecido con sus propios recursos económicos. Las crecientes demandas sociales de disfrute recreativo y en defensa de la conservación del encinar se han integrado en las cuestiones ambientales incorporadas a las agendas de los gobiernos español y europeo. En la última década la Unión Europea y el Gobierno español han financiado la reforestación con arbolado de quercíneas en las tierras de cultivo extensivo de las dehesas del oeste y sudoeste español, y por primera vez en la historia de la gestión de la dehesa, se va a producir una notable expansión del encinar, en el caso de que las superficies repobladas lleguen a su madurez. El análisis coste-beneficio ampliado comparado sobre los valores presentes descontados de las rentas privada y social, originadas en las tierras no-aptas para el cultivo anual, prueban que la incorporación a las rentas comerciales del encinar adehesado de las rentas estimadas de los servicios ambientales consumidos por el publico y auto-consumidos por los propietarios no son suficientes para mantener y expandir el uso múltiple de la tierra como encinar adehesado, persistiendo la tendencia histórica de evolución del encinar adehesado hacia el cultivo extensivo desarbolado, el pastizal permanente y el matorral, esta secuencia es la que prefieren los propietarios privados y públicos, y la que seguramente se produce cuando gestionan sus encinares en ausencia de subvenciones al mantenimiento y expansión de las encinas.